Alo largo de estos 25 últimos años, Francesc Muñoz, CIO (Chief Information Officer) de Cuatrecasas, ha liderado el cambio tecnológico en la firma. Este ingeniero de telecomunicaciones convenció, primero a Emilio Cuatrecasas, fundador del despacho, y con posterioridad a Rafael Fontana, actual presidente, de la necesidad de apostar por el desarrollo tecnológico en el despacho como signo de identidad.
Los resultados están ahí: un despacho cien por cien internacional que implementa el concepto de oficina única en cualquiera de sus sedes abiertas en cualquier parte del mundo.
Ahora, tras el acuerdo con la startup Harvey, el despacho ya está implementado soluciones de IA para ser más eficientes en un doble sentido; en mejorar procesos y a medio plazo para mejorar las relaciones con sus clientes.
La llegada de la IA Generativa puede ser un elemento clave para que la firma siga en vanguardia del desarrollo tecnológico. Se trata de redactar escritos, hacer análisis documentales y localizar información jurídica a través de Cuatrecasas Expert Legal IA (CelIA), este nuevo proyecto toma como base el uso de LLM (large language models) y está apalancado en tecnologías OpenAI y GPT4.
CelIA cuenta con un entrenamiento jurídico específico centrado en LLM preparados para identificar asociaciones de palabras, generar textos y plantear cambios que mejoren notablemente el lenguaje de las tecnologías de IA con las que Cuatrecasas ha trabajado hasta ahora.
“Con este programa damos, asimismo, un paso más en los trabajos realizados previamente con la IA, como la anonimización de datos personales en los documentos del sistema de gestión del conocimiento, la revisión de textos en procesos de Due Diligence o la pronta redacción de contratos y escritos jurídicos”, explica Francesc Muñoz.
Para entender el futuro que espera a Cuatrecasas, hay que entender su pasado más reciente, donde Muñoz y su equipo de ingenieros y desarrolladores de más de 90 personas, entre profesionales internos y externos, son una pieza clave de ese desembarco en la tecnología. “Trabajamos para que nuestros abogados hagan mejor su trabajo cada día y respondan a los retos que les plantean sus clientes”, advierte Muñoz.
“Hace 25 años, el equipo era la sexta parte que ahora en un entorno en el que hemos acompañado al desarrollo del despacho tanto a nivel nacional como en su proceso de internacionalización. En todo este tiempo nuestra voluntad fue la de apostar por la tecnología para ser mejores”.
El compromiso de la dirección de la firma ha sido clave para poder incorporar diferentes herramientas tecnológicas en el bufete. “Trabajamos en las áreas de soporte; de agilidad o de innovación abierta, sin dejar de atender las mejoras en legaltech y capacitación digital. Todo eso es lo que estamos empujando desde esta área tecnológica que dirijo”.
Hablar de tecnología en Cuatrecasas es subrayar que la firma fue uno de los primeros en nuestro país que apostó por la automatización y el concepto de papel cero en sus oficinas. “Fuimos los primeros en implantar una gestión documental, los primeros que importamos un paquete americano de software en 1999 para la gestión de horas de los abogados y su facturación. También fuimos pioneros en la implementación de SAP como herramienta de gestión del despacho”.
En este escenario, también recuerda que “en su día también fuimos los primeros en trasladar a la nube nuestra estructura tecnológica. En nuestro caso ser pionero siempre ha llevado parejo el medir bien el riesgo de todo lo que hacíamos. Se trata de ser atrevidos, pero siempre con los pies en los suelos. La tecnología siempre ha sido un valor diferencial respecto a otra firma y hemos buscado siempre aquella que pudiéramos necesitar”.
Francesc Muñoz fue de los primeros CIO que aterrizo en un despacho de abogados. Este ingeniero recuerda aquel viaje que hicieron algunos de los directivos del despacho, entre los que encontraba Emilio Martínez, director general y el propio Rafael Fontana a Silicon Valley para conocer de cerca el mundo de las startups. “Fue en 2016 y allí pudimos pulsar la energía que tenía el nuevo legaltech vinculado a las startups, antes en el 1999 había estado en el Legaltech Show del que se hablaba en Estados Unidos”.
Cuatrecasas Acelera, foco de innovación
“En ese viaje comprobamos la energía que estaba surgiendo y creímos que era importante aproximarnos a esa innovación de una forma abierta, como lo que vimos allí y por eso lanzamos Cuatrecasas Acelera, para ayudar a las startups jurídicas a desarrollas sus aplicaciones”.
En esta última edición que ya está en marcha y que es la octava, tras el éxito de participación internacional alcanzado el pasado año y en aras de consolidar su proceso de internacionalización, el programa vuelve a centrarse en impulsar el ecosistema emprendedor de España, Portugal y Latinoamérica, en línea con la estrategia del despacho.
Las seis startups que participan pertenecer al sector legaltech u otras áreas como fintech, healthtech, energy, insurtech y deeptech, siempre y cuando aborden un reto jurídico relevante derivado de su propio modelo de negocio o de la aplicación de tecnologías disruptivas relacionadas, por ejemplo, con la Inteligencia Artificial, el metaverso, data o blockchain.
Aquellas que fueron seleccionadas obtendrán soporte legal de todas las áreas de práctica por parte de Cuatrecasas y de negocio por parte de Gellify durante cuatro meses, así como acceso a clientes y financiación para el desarrollo de sus proyectos.
En este mes de septiembre, un bootcamp ha dado comienzo al programa de Aceleración. Las startups de Aceleración conocerán sus mentores legales y de negocio, recibirán formaciones legales y de negocio y realizaran simulaciones de inversión.
“Al final, algunas de estas aplicaciones que hemos visto que se han desarrollado se han implementado en nuestro despacho para ser más eficientes y en cómo mejorar con nuestros clientes”. Eso ha hecho que aplicaciones de startups como de Bigle Legal o Councilbox, con soluciones de tokenizacion de documentos; de captación de horas o mejoras de procesos del llamado know your customer. También lanzamos nuestro anonimizador de datos personales para nuestros documentos. Todas han estado vinculadas estas startups que hemos visto crecer en nuestra aceleradora”:
En este contexto, estas y otras herramientas han hecho que los abogados de Cuatrecasas trabajen mejor, “ahorren tiempo que puedan destinar a otras actividades de más valor añadido. A la vez, la tecnología es un aliado importante para que nuestros letrados puedan trabajar mejor y lograr una mejor conciliación de la vida personal con la profesional”.
“Somos ahora más eficientes que hace 20 años y eso lo notamos a nivel interno y de nuestros clientes. Cualquier mejora de productividad va de alguna manera a la cuenta de resultados del despacho”.
La IA, el próximo paso
En este entorno, Cuatrecasas da el paso siguiente que es el de aprovecharse de las ventajas de las herramientas de Inteligencia Artificial (IA). “Primero vino la IA tradicional donde trabajamos con IBM Watson, con luchas y muchas sombras y de pronto llega la IA Generativa y rompe el molde. Vemos que lo que es capaz de aportar es muy distinto a lo que conocíamos hasta el momento. Así, las revisiones de contrato reducen su tiempo de cuatro horas a dos, por poner un ejemplo”.
Desde su punto de visa, el impacto de esta IA Generativa es mucho más relevante que lo conocido hasta ahora “y lo mejor de todo es que estamos en sus inicios. Esto acaba de empezar. Hace unos días CHATGPT anunciaba que lee imágenes y sugiere fórmulas de mejora para lo que está viendo. Estoy convencido de que va a impactar mucho en el sector. Nos va a cambiar cómo hacemos y lo que hacemos y posiblemente tendremos mejores abogados con su implementación”.
La nueva IA Generativa hará que los “abogados sean más sofisticados en lo que hacen y aporten más valor a lo que realizan. El acuerdo con Harvey, nuestra startup de referencia, nos ayuda a implementar alguna aplicación para el despacho. Hicimos pruebas piloto en mayo que se alargaron durante dos meses y antes de irnos de vacaciones firmamos el acuerdo. Ahora, tras volver de vacaciones, ya estamos trabajando en ello”.
En la actualidad “estamos ya en el despliegue de activades y estamos acompañando al abogado en esa transición. Es previsible que para la primavera que viene tengamos los primeros datos de cómo esa yendo dicha implementación, porque la monitorización de este despliegue es clave para saber si vamos por el buen camino”.
Desde su punto de vista, “el cambio con el desarrollo de la IA Generativa va a ser paulatino. Lo que queremos asegurar es poder vivir esta experiencia y adaptar esta tecnología a lo que estamos haciendo. Nuestra apuesta es de futuro. En cuanto al impacto final aún es pronto para decirlo, pero entendemos que será muy positivo y de ayuda de mejora continua”.
Sobre la pregunta que revolotea cuando se implementa la tecnología, Muñoz no cree que vayan a sobrar abogados: “ayuda mucho al concepto de oficina única que defendemos en cualquiera de las oficinas del bufete. Eso hace que nuestros abogados puedan explicar a sus clientes que ahora van a tener mejor servicio del que impartían hasta el momento e igual de homogéneo en cuanto a calidad del propio servicio”.
En un principio, estas aplicaciones que ya se desarrollan de IA Generativa con Harvey se van a centrar en “los casos de uso que estamos probando son diferentes, pero subyace siempre el concepto de ayuda. Así, de los contratos que manejamos se trata de conocer lo más relevante y los problemas en los que se puede ver inmerso el propio cliente. Todas esas preguntas las va a resolver la propia aplicación”.
En este escenario, Francesc Muñoz subraya que “este tipo de herramientas siempre tendrán la supervisión y validación de un abogado especialista que sea capaz de poner en cuestión lo que dice el sistema y complementarlo hasta donde sea necesario, como un elemento clave de nuestro nuevo desarrollo tecnológico ahora en el marco de la IA Generativa”.
“Al final, vamos a ser capaces de ofrecer más valor añadido en el trabajo de los abogados y que sea más sofisticado. Se trata también ser más eficiente y lograr ahorro de tiempo para dedicarse a lo esencial. No descartamos en una segunda fase implementar la tecnología en la relación con el cliente. Se trataría de dar capacidad de acceso al cliente en temas específicos. Esos son líneas de trabajo que iremos abriendo en el futuro”.