Denuncia por delito de malos tratos habituales

El procedimiento se inicia por denuncia de Doña Josefina a Don Manolo, tras una separación de hecho. Los dos trabajaban como autónomos para una marca que habían creado de congelados obteniendo con su actividad grandes beneficios. Tras la separación de hecho, y viendo la esposa peligrar su actividad comercial, al ser Don Manolo el que llevaba el peso de la gestión de la actividad, captación de clientes, facturación, decide interponer una denuncia por maltrato habitual, de la que se deduce un claro ánimo espurio, como lo demuestra el hecho de pedir una pensión compensatoria de nada menos que 6.500 euros en el divorcio que tramitó ante el Juzgado de Violencia de Género, siéndole denegada dicha pensión compensatoria.

En el Juicio Rápido, el Juzgado acuerda una orden de alejamiento de Don Manolo respecto a la denunciante. Y en la demanda de divorcio, y previo razonamiento por Don Manolo (ya que los hechos eran indeterminados, ambiguos y sin concreción de fechas de los supuestos hechos consistentes en un supuesto maltrato habitual) el Juzgado establece un régimen de visitas a favor de Don Manolo en relación a sus hijos y una pensión alimenticia.

La defensa se basó en documentos (cartas de felicitación de cumpleaños, de aniversario de bodas, de nacimiento de los dos hijos) en los que la denunciante manifestaba su alegría de estar con Don Manolo, y su deseo de estar con él toda la vida. Estas cartas las escribe la denunciante en el periodo temporal en el que supuestamente se producen los hechos denunciados, por lo que, no concuerdan con el perfil de una mujer maltratada.

La única prueba de los supuestos maltratos, son unos mensajes de WhatsApp, entre la denunciante y Don Manolo, en los que no se especifican unos hechos concretos susceptibles del delito imputado. Tras impugnar esos mensajes, al no haber sido cotejados correctamente por el Letrado de la Administración de Justicia, probamos -con las facturas de teléfono- que los mensajes se escriben desde un teléfono que estaba a nombre de la denunciante, y se reciben en otro teléfono también a nombre de aquélla.

Igualmente Don Manolo manifiesta que los hechos que se describen en la denuncia, no están refrendados por partes médicos, por testigos, ni por cualquier otro medio de prueba que acredite la realidad de los mismos.

La conclusión es una Sentencia absolutoria, como razona la sentencia que adjunto, levantándose la orden de alejamiento.